2 a los ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con
toda pureza.
3 Honra a las viudas, a las que son verdaderamente viudas.
4 Si una viuda tiene hijos o nietos, que aprendan éstos primero a
practicar los deberes de piedad para con los de su propia familia y
a
corresponder a sus progenitores, porque esto es agradable a Dios.